Los cónyuges no tendrán una sentencia judicial, sino una escritura pública notarial con la misma validez que una sentencia.
La escritura se enviará al Registro Civil correspondiente para que se inscriba la disolución del matrimonio.
Cada parte tendrá una copia autorizada.
El mismo día de la firma, pueden pedir una copia simple de la escritura de divorcio.
La escritura de divorcio debe firmarse por cuatro personas, los cónyuges, el notario y el abogado. Si falta cualquier firma no será válida.